1 sept 2016

El Oido Humano

EL OÍDO HUMANO autor: demián lorenzatti

Una vez que la energía acústica es emitida, se propaga por el medio y llega a nuestros oídos. En cada uno de ellos se dará un proceso de transformación donde lo que comenzó como una fuente de energía que excitaba el medio, terminará convertido en una serie de impulsos eléctricos que viajan por nuestro sistema nervioso hasta alojarse en la corteza cerebral.
Este complejo sistema que nos permite la audición podemos dividirlo en tres partes y de esta manera facilitar su estudio. Estas son: una parte externa, una media y una interna.

EL OÍDO EXTERNO
Alguien excita el medio y con la primera parte de nuestro oído que se encuentra la energía es con el pabellón auditivo. Esto es como una pantalla con forma parecida a la de un radar que cumplirá la función de filtrar las distintas frecuencias. De esta manera teniendo en cuenta el ángulo con que la energía atraviese esta pantalla proveerá de datos, que junto con otros más, servirán para conocer la ubicación espacial de la fuente.
Con todo esto, transmite la energía hacia el conducto auditivo externo. Este conducto de piel muy suave y delicada también actuará como filtro, pero a la vez protegerá al organismo de los objetos externos que puedan dañarlo intentando entrar por él. Para esta función segrega una sustancia, el cerumen, conocido generalmente como "cera"; y permite en su interior el crecimiento de vellos.
Una vez que la energía lo atraviesa llega a encontrarse con el tímpano. El tímpano es una membrana de piel muy delgada de alrededor de un centímetro cuadrado de superficie que vibra al recibir energía acústica de la misma manera en que lo hace el diafragma de un micrófono. De esta manera se produce la primer transducción. La energía acústica se transforma en energía mecánica.

EL OÍDO MEDIOYa con el tímpano vibrando, un conjunto de huesos de diminuto tamaño (los más pequeños del cuerpo humano) será el que se encargue de continuar con este proceso.
El primero de ellos es el martillo, que en contacto con la membrana timpánica comenzará a trasmitir en forma ósea las vibraciones. El segundo es el yunque y el tercero el estribo.
Estos tres huesos se encuentran en contacto directo entre si y se sostienen por medio de un conjunto de músculos, de los cuales son significativamente importantes para la audición, el estapediano (estapedio o estapedianus también se los suele llamar) y el tensor del tímpano.
Estos músculos tienen una función común, y consiste en proteger al tímpano, oído medio e incluso al oído interno de los altos niveles de presión sonora. Lo hacen tensándose en forma proporcional a la presión sonora del estimulo. Es decir que a medida que aumenta el nivel de presión sonora se van poniendo más rígidos y junto con ellos los huesos pierden movilidad. De esta manera las vibraciones óseas encuentran una mayor dificultad para propagarse.
Se encuentra en el oído medio un tubito que lo comunica con la cavidad nasal. Se llama Trompa de Eustaquio. Y por medio de esta tomamos la referencia de presión atmosférica externa. De esta manera evitamos que el tímpano explote con las diferencias de presión que se puedan producir. Este hecho que parece poco frecuente o casi fantástico no está tan lejano de la realidad del hombre urbano. Es común que al subir a un edificio un poco alto la presión atmosférica varíe con la altura lo suficiente como para producir un molesto dolor en los oídos y que nuestros parámetros de audición cambien de una manera en que todo nos sonará distinto, como si escucháramos mucho más fuerte nuestra voz y mas despacio los sonidos externos.
Para solucionar esto hay que de alguna manera lograr que las trompas de Eustaquio se abran de manera tal que la nueva presión atmosférica ingrese al oído medio. Esto se puede generar de distintas maneras. Por ejemplo masticando un chicle, bostezando, o bien abriendo la boca lo mas grande que se pueda de manera reiterada. Volviendo a la cadena de huesos auditivos (martillo, yunque y estribo), debemos concluir su transmisión ósea en la primera parte del oído interno, la ventana oval.

EL OÍDO INTERNO
El oído interno está formado por una gran cavidad en forma de caracol llamada Cóclea. Dentro suyo se encuentran una serie de fluidos y células que se encargarán de realizar la última de las trasformaciones de energía. El estribo golpea contra la ventana oval y esas vibraciones se propagan dentro de la cóclea por un fluido llamado perilinfa. Aquí es donde se produce la segunda transformación de la energía. Por medio de este fluido las vibraciones excitarán una pequeña membrana de forma casi cónica, llamada membrana Basilar que se encuentra ubicada céntricamente en la cóclea y rodeada por fluidos. Lo más llamativo es que está conformada por alrededor de dieciséis mil células / neuronas que responderán al estimulo según su frecuencia.

Esto lo que quiere decir es que si la energía acústica que ingreso al sistema auditivo correspondía a una frecuencia determinada, digamos 1000Hz, se excitará una célula que responda a esta frecuencia.
Seguramente cuando se lee este apunte, ya se tiene conocimiento de que los humanos podemos oír entre un rango de frecuencias que oscila entre los 20 y los 20000Hz.
Entonces es bueno hacerse una pregunta. ¿Cómo hace la membrana basilar para diferenciar entre estas 19980 frecuencias posibles si solo cuenta con 16000 células? La respuesta no se encuentra en cómo trabaja cada célula; sino más bien en cómo trabajan todas las neuronas en conjunto. Supongamos que ingresa al oído una frecuencia de unos 440Hz. Este hecho producirá que se excite no solo una célula, sino un conjunto de células
que formarán una especie de pico en la membrana basilar. Este pico, llamado Banda Critica, oscilará con las variaciones de amplitud de la energía entrante; y de esta manera entregará datos al sistema nervioso sobre el comportamiento en frecuencia, amplitud y fase de la señal entrante.
Luego de esto el sistema nervioso central envía al cerebro esta información que es alojada en la corteza cerebral (memoria a corto plazo) para allí ser procesada y transformada en lo que nosotros entendemos como sonido.

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